
Para el Dr. Mario Molina, Premio Nobel de Química en 1995, es urgente abordar y proponer soluciones al problema del cambio climático, que representa un enorme riesgo para la población y sus actividades básicas. Enfatiza que durante la emergencia sanitaria por el COVID-19, los jefes de Estado deben escuchar a la ciencia y llegar a un consenso.
Las actividades humanas han tenido graves consecuencias para la Tierra, ya que desde la revolución industrial, las personas comenzaron a utilizar combustibles fósiles (carbón, petróleo y gasoline pure), por lo que las emisiones de gases contaminantes (metano, óxido nitroso y dióxido de carbono) se han incrementado dramáticamente hasta convertirse en la atmósfera. atmósfera. “Hay un 95 por ciento de posibilidades de que el cambio climático que se observa actualmente se deba principalmente a la actividad humana”, dijo el premio Nobel mexicano en una conferencia organizada por el Colegio Nacional el 18 de mayo de 2020.
La atmósfera, “delgada como la piel de una manzana”, se compone de nitrógeno, oxígeno, argón, vapor de agua y una serie de gases que absorben la radiación infrarroja (y actúan como vidrio en un vaso). ), por lo que se denominan gases de efecto invernadero (GEI). La importancia de la delgada capa que rodea la Tierra es que nos protege de la radiación de alta energía o ultravioleta (UV) emitida por el Sol y regula la temperatura que permitió la evolución de la vida.
el cambio climático es actual
La temperatura de la Tierra está determinada por la energía que proviene del Sol principalmente en forma de luz seen, parte de la cual es absorbida por la tierra y los océanos y parte reflejada hacia el espacio por las nubes y las superficies, sin que ningún planeta almacene nada. La atmósfera permite que la temperatura promedio sea de +15 grados centígrados, explica el científico universitario.
Los gases de efecto invernadero se mueven alrededor del mundo con las corrientes de aire y cambian el stability de calor del planeta. El aumento de las temperaturas en la capa superior del océano, un ambiente más cálido, el derretimiento del Ártico y el aumento del nivel del mar son evidencia de que los climatólogos han hecho su contribución al reconocer la realidad del problema.
Fuertes inundaciones, huracanes, olas de calor en Groenlandia, incendios forestales y sequías son eventos extremos que ya enfrentamos hoy.
hay soluciones
Molina ha sugerido utilizar alternativas de energía sostenible para reducir las emisiones contaminantes: energía photo voltaic, eólica, geotérmica, de fusión y nuclear, esta última cube que “funciona bien, es relativamente barata y es más confiable de usar”. este carbón porque no emite dióxido de carbono ni gases de efecto invernadero”. Ya hay una cuarta generación, y los residuos nucleares pueden enterrarse lo suficientemente profundo como para que no tengan un impacto negativo, Suecia y Francia son países que ya lo han hecho.
De igual forma, establece que es posible llegar a acuerdos internacionales para negociar contra el cambio climático, como el Acuerdo de París de 2015 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), o el Protocolo de Montreal, donde los países se comprometieron a reducir y eliminar la producción, el consumo y la comercialización de sustancias que dañan la capa de ozono.
Papel de los Estados Unidos
El gobierno de Donald Trump se retiró del Acuerdo de París a pesar de que EE.UU. es líder en emisiones de gases contaminantes. Con esta acción, Trump demuestra su falta de responsabilidad y ética, pues politizó el tema, negando la existencia del cambio climático.
Ciencia del futuro y acción colectiva
En cuanto a México, cube que el país está comprometido a trabajar en el uso correcto del agua en las comunidades agrícolas y está explorando el uso del carbono azul.
Es muy importante que los científicos sepan transmitir información a los tomadores de decisiones, para que sepan que la ciencia puede resolver problemas económicos, concluyó el químico mexicano.